El Presidente acaba de afirmar que el fujimorismo es un partido que nació de la cloaca. Y tiene razón y probablemente se haya quedado corto, el origen miasmático de los herederos de la dictadura es sólo una de sus características.

Ollanta pretende tomar distancias, con esa frase, del partido que dirige Fujimori dede la prisión. Pero la vida son más que frases y en ese terreno, en el terreno de la vida, Ollanta decidió sumarse a la cloaca apenas ganó las elecciones del 2011. Gobierna con la Constitución del fujimorismo que se comprometió a cambiar, impulsa el mismo modelo económico que el fujimorismo inició en el país, elimina derechos laborales como lo hacía Fujimori, está rodeado de funcionarios que fueron fieles escuderos de la dictadura, le besa la mano al arzobispo del fujimorismo, es decir cuando millones de peruanos que lo hicieron presidente con su voto esperaban que rompa con la cloaca, resultó que Ollanta decidió, de manera entusiasta, ser parte de ella.

Los voceros del fujimorismo pueden dejar de rasgarse las vestiduras, Ollanta ya es de los suyos hace tiempo, tal vez no por origen pero sí por adopción. Y frases más o frases menos, en realidad estamos ante una pelea de gente de la misma estatura moral, el albañal está revuelto ahora, pero sus políticas siguen llenando el país de un hedor que nos recuerda que el fujimorismo no está preso, está entre nosotros, hoy de la mano del que prometió la gran transformación y terminó como socio honorario de la alcantarilla.

20, noviembre, 2014